El naming en pequeñas y medianas empresas
El nombre de tu empresa es el primer contacto del cliente, es el punto de partida de tu marca. El naming es lo que recuerda el cliente cuando quiere volver a comprar tu producto o servicio. Tu nombre determina el mensaje que quieres transmitir a tus clientes. Detrás de cada nombre hay una historia, connotaciones y asociaciones incluso subconscientes. Algunos generan sensaciones, ya sea por su fonética, por su arquitectura o por su originalidad. Por eso, uno de los elementos más importantes del branding es el naming, es decir, la elección del nombre de una empresa, marca, producto o servicio.
Crear el nombre de una marca no es tarea fácil y en ocasiones se paralizan proyectos enteros durante semanas (incluso meses) para elegir uno. Es importante crear un nombre que cree deseo y que ayude a posicionar la marca. No olvides que el naming es estrategia, es creatividad, es marketing… No sirve de nada tener un nombre que no represente los valores de la marca o que no empatice con tu público objetivo. Elegir un nombre puede ahorrar mucho tiempo y dinero en la construcción de la imagen deseada, mientras que un mal nombre puede en ocasiones comprometer seriamente el desarrollo del negocio.
Tu marca no tiene por qué coincidir con el nombre legal de tu organización, simplemente es el que usarás cara al público y para darte a conocer. Tiene que ser original, atractivo, que se adapte a tu producto o servicio y su posicionamiento, y adecuado a los diferentes idiomas de tu mercado. Además de todo eso, éste debe ser simple de pronunciar y transmitir, fácil de recordar y registrable. Es imprescindible que esté disponible como marca y dominio. Es posible comprobar la disponibilidad de la marca a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas y el dominio web a través de cualquier proveedor de dominios.
¿Cómo construyen actualmente las pymes sus marcas?
No debemos generalizar, pero hay pymes que su único concepto de marca se basa en un nombre y un logotipo sin ninguna propuesta de valor, solo como elementos identificativos. En pocos casos, las pymes desarrollan y construyen su marca en base a una estrategia y una propuesta de valor pensando en el mercado y al público objetivo al que se dirige.
Cada pyme actúa según sus circunstancias. Sin embargo, hay que promover que su mensaje sea sencillo y diferencial. Nuestra marca debe estar en la mente del consumidor, donde se nos valore como servicio-beneficio. Esta promesa debe crear una expectativa, que vamos a ser capaces de cumplir. Los consumidores y los trabajadores deben asociar rápidamente la marca a una idea clara.
Antes de iniciar el proceso de creación de nombre, debe analizarse la información de marketing, ventas y estudiar a la competencia. Es necesario consensuar que debe comunicar, por eso deberías tener claros el plan de negocio y los objetivos a largo plazo.
El proceso de creación del nombre de la marca pretende concretar la esencia, el concepto y la personalidad a través del nombre. Existen diferentes técnicas para la creación de una marca, pero siempre es útil preguntar: ¿Por qué debe existir? ¿Cuál es su estilo, valores y lenguaje? ¿Quiénes son sus clientes?
Cuando tenemos varias listas de nombres, se debe hacer una preselección para filtrar e identificar los nombres más acordes con los objetivos y valores de la marca. Conviene también comprobar si las palabras seleccionadas tienen otros significados en los que no habíamos pensado y descartar aquellas que puedan tener connotaciones negativas en otros idiomas.
Es vital consultar si existen nombres parecidos o iguales para analizar si es viable registrar la marca. Se puede cambiar la receta de un producto, su color, su envoltorio, su precio o incluso su posicionamiento… Pero cambiar del todo un nombre significa comenzar de nuevo. Debes tener en cuenta que crear un nombre es un reto a largo plazo y muy importante, ya que durará tanto como la empresa o el producto viva. Escoge bien tu nombre ya que acompañará a la empresa durante toda su existencia.
Recuerda que tener un buen nombre no es tener una marca, tienes una marca cuando está registrada y asentada en la mente del cliente. No existe el nombre perfecto, pero un buen nombre diferencia, envía un mensaje y da confianza.
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