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¿Conoces la historia del naming de Google?
Es una historia con errores, aciertos y una casualidad que se ha convertido en un nombre reconocido por todo el mundo y que representa una empresa por valor de millones de dólares.
Larry Page y Sergei Brin eran dos estudiantes de Stanford que a finales de los años 90 habían creado un motor de búsqueda en Internet.
Como este motor de búsqueda trabajaba mediante backlinks, decidieron llamarla BackRub. Si no sabes mucho inglés puede que no te des cuenta, pero esta palabra puede entenderse como un masaje en la espalda.
Por eso en una lluvia de ideas apareció el nombre Googolplex, que es un número compuesto por un 1 y cien ceros. A los creadores de este motor de búsqueda este naming, que derivó en Googol, les gustaba mucho más que BackRub.
Así que fueron a registrarlo, pero un error en la transcripción cambió Googol por Google.
Y hasta hoy.
El naming no es casualidad, es ciencia
Te he querido contar esta historia para que veas que, aunque hay algunos casos en los que la suerte juega un papel decisivo, incluso empresas tan grandes como Google han tenido que pasar por un proceso de naming, que a veces incluye errores.
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6 pasos para crear un buen nombre para tu marca
Tienes que saber que no es creatividad todo lo que reluce, también hay mucho de fonética, lingüística y psicología. Algunos sonidos se asocian con la audacia, o la tristeza o la inseguridad, hay consonantes como «f», «s» o «z», que se relacionan con la velocidad o un tamaño pequeño, otras con la profundidad… Por eso hay que saber utilizar cada palabra para comunicar lo que queremos de manera correcta. Aunque no puedo explicar toda la fonética ni la psicología de los sonidos, hoy os traigo una serie de consejos para hacer un buen naming para vuestra empresa, marca o proyecto.
1. Saber qué estás nombrando
Para poner el nombre a una empresa debes conocerla. Y no hablo de tu local, tus redes sociales o tus vídeos corporativos, que los habrás visto mil veces.
Hablo de tu marca, de su filosofía y de lo que la hace diferente. Solo conociendo esto en profundidad podrás transmitir lo que tu empresa necesita con un nombre. Antes de comenzar a nombrar, piensa en qué es tu marca. ¿Complicado? Puedo ayudarte.
2. Hacer un brainstorming creativo de nombres
Es uno de los momentos más divertidos: da rienda suelta a tu creatividad y escribe nombres para tu empresa o proyecto. Muchos. Cuantos más, mejor.
En este punto da igual si son buenos, ya los juzgaremos a posteriori, lo importante es que salgan muchos nombres diferentes, y que el máximo número de ellos tengan en cuenta el paso 1: comunicar la esencia de tu marca.
¡A ESCRIBIR!
3. Descarta las ideas ya registradas
Después de jugar, toca poner los pies en la tierra. Es posible que te hayas inspirado de manera subconsciente en nombres que ya estén en uso, o que las ideas que has volcado sobre el papel ya las hayan tenido otras personas antes que tú.
No es plato de buen gusto decidir tu nombre final y darte cuenta de que ya está registrado. Por eso, antes de hacer más filtros, debemos ver qué nombres hay ya registrados. Aunque entre ellos esté tu favorito, deberás despedirte de él, ya que puede traerte muchos problemas. Si quieres aprender más sobre el registro de marcas puedes hacerlo aquí.
4. Evalúa tus ideas
Ahora que tienes un montón de ideas, toca calificar cada nombre. Ten en cuenta algunas claves, como la estrategia, la capacidad de diferenciación, la sonoridad, o el gancho comercial, además de la disponibilidad legal y de dominio para decidir cuál escoges.
De esta manera tu nombre llegará con más efectividad a tu público y te ayudará a conseguir tus objetivos empresariales y de branding.
5. ¡Relájate!
Seguro que te ha pasado más de una vez: se te olvida una palabra y por más que intentas recordarla, no aparece. Y justo cuando estás pensando en otra cosa, ¡zas! Ahí está.
Por eso, si notas que estás abrumado con este proceso, apártalo y dedícate a relajarte y descansar. Seguro que si dejas reposar un poco tus ideas las verás con otros ojos.
¡Incluso puede que te vengan más ideas! Si es así, no te emociones demasiado y recuerda el paso 3. No queremos apropiarnos de algo que ya existe.
6. Escoge tu nombre y resérvalo
Después de este proceso, habrá un momento en el que tu cerebro haga “clic” y sepas que has encontrado el nombre perfecto para ti. En el momento que eso pase, tendrás claro cuál es el nombre de tu marca.
Si ya lo tienes claro, toca ponerse manos a la obra y registrarlo como marca. Además, reserva tu dominio, tu nombre en las redes sociales y todo lo que creas conveniente.
Estos son los pasos que te recomiendo como experto en naming. Si todavía tienes dudas, puedes reservar una consultoría gratuita de 30 minutos conmigo, y te ayudaré.
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