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En el mercado acelerado actual, el tiempo es esencial. Para avanzar con tu empresa de todas las maneras posibles y no quedar atrás respecto a tus competidores, es recomendable que realices un estudio de benchmarking. Si buscas formas de acelerar el rendimiento de tu negocio, las evaluaciones comparativas pueden ser una buena vía para conseguirlo, pues ayudan a mejorar tus procesos al compararlos con los de las organizaciones que están obteniendo grandes resultados.
Qué es el benchmarking
Se trata de un método de gestión empresarial que tiene como objetivo dar con las mejores prácticas, ya sea dentro o fuera de la empresa, mediante la comparación de servicios, procesos y técnicas de otras empresas para incrementar así su competitividad y eficiencia. De este modo, consiste en coger las prácticas más destacables de otras organizaciones y adaptarlas a tu negocio para mejorar tanto el rendimiento como la productividad. Asimismo, el benchmarking puede aplicarse a cualquier producto, función, enfoque o proceso de cualquier empresa, incluso puedes analizar empresas que no sean de tu misma industria, puesto que esta técnica se centra en las medidas del coste, del tiempo, de la efectividad, de la calidad y de la satisfacción de los clientes.
Así pues, el benchmarking supone un constante mejoramiento y aprendizaje de tu negocio, por lo que implica ir conociendo las mejores prácticas empresariales de tu sector para implementarlas después en tu compañía. Un proceso que debe ser fruto, por un lado, del trabajo en equipo entre las diversas áreas de tu empresa y, por el otro, de la comparación con la competencia tanto directa como indirecta.
Ten en cuenta que los sectores y las industrias cambian de manera constante y, por consiguiente, si quieres mantener tu negocio como líder en el mercado tienes que ser competitivo y adaptarte a los comportamientos y las tendencias con antelación. En cualquier caso, señalaré los objetivos principales del benchmarking:
- Mejorar los procesos productivos de tu empresa y hacerlos más eficientes, lo cual incrementará también la rentabilidad.
- Aumentar la calidad de tu empresa de forma externa e interna, es decir, que tanto tus trabajadores como tus clientes perciban los cambios.
- Aplicar las mejores prácticas de la industria y convertir tu empresa en un referente dentro del mercado en el que te mueves.
Etapas del benchmarking
Planificación
En esta primera etapa tienes que delimitar qué es lo que deberías comparar y frente a quien. Es importante que lo medites bien porque es donde radica el inicio y éxito del proceso de benchmarking, pues debes desarrollar un análisis muy detallado para identificar los fallos principales de los procesos de tu empresa, determinar cómo los vas a resolver y quiénes serán los ejemplos a seguir.
Recolección de datos
En la segunda etapa, una vez seleccionadas las empresas que se acercan más a los modelos de negocio previstos, tienes que averiguar qué información necesitas recolectar. Es fundamental saber qué datos se requieren y cómo los vas a ordenar ya que, de lo contrario, no sabrás por dónde empezar y los resultados serán contraproducentes.
Análisis
En la tercera etapa debes analizar la información recopilada con el fin de identificar las mejores prácticas para aplicarlas después en tu negocio. Los aspectos más relevantes a tener en cuenta son las brechas de desempeño entre las empresas y la facilidad para mejorar los procesos. Ya con estos puntos claros, puedes comparar los procesos de tu empresa con los de otras y determinar qué prácticas puedes aplicar de manera interna.
Acción
Esta última etapa se basa en adaptar, implementar y mejorar los procesos seleccionados en la fase anterior, siempre aplicando todo el conocimiento aprendido durante las diferentes fases del estudio. Recuerda que la finalidad del benchmarking es introducir cambios necesarios y, sobre todo, adecuados para incrementar el desempeño y la productividad de tu negocio.
Conclusión
En resumen, el benchmarking es una revisión de tu empresa para comprobar que todo funciona. En el caso de que el bienestar y los procesos de tu negocio no se correspondan con el crecimiento que esperabas, es aconsejable que uses este método para mejorar la situación. Es más, el benchmarking es aplicable a cualquier tipo de organización, así que ya sabes: recopila la información adecuada, mejora tus decisiones empresariales y dirige tu negocio hacia el éxito.
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