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El naming es como la primera piedra de un edificio. Como el primer paso que hay que dar y que nos permitirá avanzar en nuestro día a día siempre en sintonía con él. Por ello, un primer paso en falso se reflejará con el paso de los años. Es importante no equivocarse. En el siguiente post, abordaré algunos errores a la hora de ponerle nombre a tu negocio que debemos evitar. ¿Preparados?
Como puedes imaginarte, ponerle nombre a tu negocio es fundamental para su futuro. Del mismo modo, errar en esta elección puede dificultar la actividad de nuestra empresa o, incluso, alejar a los posibles clientes. A continuación, vamos a resumir algunos de los fallos más habituales que tendremos que regatear en nuestro camino hasta el naming ideal.
No todas las opiniones cuentan
Abrir una empresa es un momento importante. Por eso, en las primeras dudas se suele pedir consejo a todo nuestro entorno, desde amigos hasta familia o incluso empleados. Esto no siempre es lo más adecuado ni lo más conveniente. Las decisiones consensuadas entre muchas personas suelen ser poco arriesgadas o aburridas.
En cambio, involucrar únicamente a los realmente comprometidos o a los responsables de tomar decisiones puede ser una mejor apuesta, sobre todo si estás rodeado de gente creativa.
Errores a la hora de ponerle nombre a tu negocio: ¡No llamar la atención!
Cuando tienes competencia, diferenciarte es fundamental. En caso contrario, corres el riesgo de no llegar a tu público. En ocasiones, los nombres descriptivos no son adecuados ni tampoco memorables. Un nombre pensado puede ayudar en nuestra actividad, convertirnos en únicos y llamar a nuestra audiencia.
Cuidado con los nombres locales
Otro de los errores a la hora de ponerle nombre a tu negocio es usar el nombre de una ciudad o una región. Aunque puede ser de gran utilidad en los arranques, no es descabellado que en un futuro no muy lejano se quede corto. De hecho, hay ejemplos de muchas multinacionales que han modificado su naming para no limitar su crecimiento. Así, nos encontramos con 3M o con KFC, sin ir muy lejos.
No te pases de creativo
Atentos a lo siguiente. Una cosa es alejarse de los nombres planos y otra caer en nombres abstractos, complejos o sin significado. El naming debe comunicar al público. Si complicamos demasiado las cosas, corremos el riesgo de no llamar la atención de los clientes y convertirnos en una marca irrelevante.
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