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Si estás empezando un negocio, debes saber que las ganancias llegarán después de enfocarte en dar una mayor calidad a tus servicios o productos, pues es la única forma de satisfacer las necesidades del público objetivo al que te diriges. A continuación, tienes que definir también el margen de contribución para saber cuáles son los gastos operativos así como la rentabilidad del servicio o producto.
Este último paso es crucial para calcular el punto de equilibrio de tu empresa ya que te conviene saber cuánto tienes que vender para cubrir tanto gastos como costes, además de averiguar cuál es el valor en ventas que debes alcanzar para cubrir gastos operativos y proceso productivo. Así pues, si quieres dirigir tu compañía de manera adecuada, ten siempre en cuenta el punto de equilibrio empresarial para conocer la la rentabilidad de tus productos y/o servicios así como también tener claro hacia dónde dirigirte para empezar a tener ganancias.
Qué es el punto de equilibrio empresarial
El punto de equilibrio hace referencia al momento en que una empresa cubre los costes fijos y las variables, es decir, cuando ingresos y egresos están al mismo nivel y, por consiguiente, no hay ni ganancias ni pérdidas. Por lo tanto, el punto de equilibrio no es una línea de meta, sino un punto de partida nuevo en el que la compañía puede arrancar con más confianza en sus servicios o productos.
No obstante, cabe decir que este cálculo no solo se hace una vez, pues el cálculo de ingresos y el margen de contribución anual son medidas de carácter periódico. De todas formas, el punto de equilibrio también se puede calcular a corto plazo, ya sea semanal, mensual, bimestral o trimestralmente, la cual cosa ayuda a conservar cierta estabilidad durante el año entero de proceso productivo y llegar así a la meta fijada.
La importancia del punto de equilibrio
Calcular el punto de equilibrio empresarial te ayudará a evaluar la rentabilidad de tu negocio, por lo que sabrás cuánto necesitas vender para obtener ganancias. Por otro lado, este cálculo también sirve para confirmar si tu idea de emprendimiento es conveniente en términos financieros. Y por si esto fuera poco, hay otro punto a favor: si se presentan temporadas bajas, tendrás la base de un plan de contingencia, ya que gracias al análisis las sorpresas negativas se reducen o se pueden afrontar de forma más eficaz y rápida. En definitiva, el cálculo del punto de equilibrio empresarial es fundamental en cualquier plan de negocios el cual, además, reflejará el crecimiento de tu empresa a lo largo del tiempo.
Cómo se calcula el punto de equilibrio empresarial
Para calcular el punto de equilibrio empresarial debes conocer los costes fijos y variables, ya sea anual, mensual o trimestralmente. Dicho cálculo se realiza en base al porcentaje del margen bruto aplicando la siguiente fórmula que es la general:
Punto de equilibrio = (costes) / (porcentaje de margen bruto)
A continuación explicamos los dos factores principales que requiere esta fórmula para obtener los costes totales, así como también estos últimos:
- Gastos fijos: su valor siempre es el mismo, no cambian mes a mes.
- Gastos variables: su valor varía en relación a lo que se factura cada mes. Están directamente relacionados con el número de ventas, por lo que si las ventas aumentan, los gastos variables también. Algunos ejemplos son la materia prima, la mano de obra, las comisiones de ventas, etc.
- Costes totales: es la suma de gastos fijos y gastos variables. Con el resultado puedes deducir el punto de equilibrio, el cual se da cuando los ingresos son los mismos que los costes totales.
Cabe decir que además de la fórmula general, hay otras variantes con las que también se pueden obtener el punto de equilibrio. Una de ellas es el cálculo del punto de equilibrio por unidad, en la que se tiene que obtener el precio variable unitario dividiendo costes variables entre la cifra de unidades vendidas en un periodo de tiempo determinado. La fórmula es la que sigue:
Precio variable unitario = precio variable / unidades vendidas
Después, para obtener el punto de equilibrio, hay que aplicar esta otra fórmula:
Punto de equilibrio unitario = costes fijos / (precio de venta – precio variable unitario)
Con esta última fórmula obtendrás el margen de contribución, en otras palabras, la diferencia entre tu volumen de ventas y tus costes variables o, también, los beneficios de tu empresa sin tener en cuenta los costes fijos.
Conclusión
Una vez llegado al punto de equilibrio empresarial, podrás observar si el negocio obtiene ganancias o pérdidas. Cabe decir que, como los costes variables aumentan, debes tener siempre presente que los valores pueden variar en diversos momentos, por lo que considerarlo te alejará de tener una idea equivocada del valor de las ganancias. Así pues, con el fin de evitar este tipo de confusiones, es recomendable calcular nuevos puntos de equilibrio cuando los costes variables sean muy dispares.
En resumen, no olvides que la buena organización y la planificación son cruciales para que tu empresa vaya forjando un camino exitoso. Calcular el punto de equilibrio empresarial te ayudará a prever las pérdidas así como también a crear planes de acción en el caso de que haya algún evento negativo o inesperado. Con esta herramienta de gestión podrás mantener tu estabilidad financiera más fácilmente y crecer con mayor sostenibilidad.
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