Contenidos
Todos reconocemos ese característico olor que tienen las tiendas de cierta cadena de ropa, reconocible desde el primer segundo en el que entramos en uno de sus establecimientos, ¿verdad?
Sin embargo, aunque la presencia de un olor corporativo u odotipo es cada vez más habitual, el sentido del olfato ha sido el gran olvidado por el branding hasta hace unos años. Así como la identidad visual y la identidad sonora siempre han sido pilares estratégicos en la creación de marcas, la olfativa ha sido la asignatura pendiente en la mayoría de casos.
¿Tu negocio gastronómico cuenta con un olor propio y exclusivo? Pues presta atención porque hoy me gustaría contarte la importancia del odotipo, un elemento diferenciador de gran poder como también puede ser un logotipo o un eslogan.
La importancia del sentido del olor en branding
El olfato es el sentido más emocional del ser humano y su capacidad para conectar con la memoria es única. De hecho, según un estudio realizado por la Universidad de Nueva York, recordamos el 35 % de lo que olemos frente al 15 % de lo que probamos o el 5 % de lo que vemos.
Este dato bastaría para comprender la gran influencia que puede tener el olor en aspectos como la percepción de marca o la decisión de compra de los clientes.
Los estudios en neurociencia también confirman que los aromas activan el sistema límbico encargado de las emociones y los recuerdos. Un simple olor puede transportarnos al pasado, despertar nostalgia o generar sensaciones placenteras con un poder evocador que ningún otro estímulo sensorial posee. Sin embargo, este potencial ha sido subestimado durante décadas en el ámbito del marketing, especialmente en sectores donde los estímulos visuales y auditivos se han llevado todo el protagonismo.
Por suerte, esa tendencia ha cambiado y el branding olfativo se posiciona como un recurso clave en la construcción de marcas con identidad sensorial completa.
¿Qué es un odotipo?
Un odotipo es, por definición, la fragancia diseñada a medida o elegida específicamente para representar los valores, la personalidad y la esencia de una marca.
Y en el caso de los restaurantes, su importancia es aún mayor. En primer lugar, porque un establecimiento gastronómico no debería oler a cocina, sino que debería tener su propio olor. Porque, si el comensal sale oliendo a fritura, humo o grasa, la experiencia se deteriora y se graba en su memoria como algo negativo. En cambio, un odotipo cuidadosamente diseñado puede equilibrar el ambiente, neutralizar olores indeseados y añadir una capa sensorial de confort.
Más beneficios de tener un olor corporativo para tu negocio gastronómico
1.- Influye en la percepción del cliente del negocio:
Abundan los estudios en psicología del consumidor en los que se demuestra que los ambientes con aromas agradables y sutiles incrementan el tiempo de permanencia en el negocio, mejoran el estado de ánimo y predisponen a los clientes a consumir más. En un restaurante, esto puede traducirse en un mayor disfrute de los comensales que amplían sus pedidos o prolongan sus sobremesas. El odotipo actúa como un hilo invisible que envuelve al cliente en una atmósfera única y coherente con la marca, reforzando su posicionamiento y fidelización.
2.- Transmite una imagen de marca cuidada:
Un restaurante que tiene siempre el mismo aroma corporativo, agradable y especial, está comunicando que cuida los pequeños detalles y que se molesta por ofrecer una experiencia única y memorable. Un aroma cítrico puede transmitir frescura y dinamismo; uno amaderado, calidez y exclusividad… La clave está en crear una fragancia o elegir una exclusiva que sea coherente con el concepto gastronómico, el estilo decorativo y la experiencia sensorial que se busca ofrecer en el negocio.
3.- Crea la sensación de estar en casa:
Cuando un local gastronómico tiene un olor corporativo u odotipo está consiguiendo que sus clientes lo identifiquen, lo asocien y lo reconozcan también por ese aspecto. Y esto ayuda a fidelizar a clientes que, en cuanto entran por la puerta reconocen ese olor y se sienten como en casa, sienten que están en “su restaurante”. Es un olor reconocido, familiar, que les hace sentir bien y que forma parte de una experiencia que, precisamente, por esto, se vuelve más agradable.
Invertir en un odotipo no es un lujo, sino una apuesta estratégica por una identidad multisensorial que conecta con el cliente en un nivel profundo y emocional. Porque al final, más allá del sabor o la decoración, lo que permanece en la memoria es aquello que no se olvida como el olor.
Mi consejo como experto en creación de marca y branding en Mallorca, especialista en el sector de la hostelería y la restauración, es que apuestes por elegir un olor concreto para tu negocio y lo mantengas como una dimensión más de tu identidad de marca, que es lo que realmente es.
¿Necesitas ayuda con este aspecto? Si es así, puedes contar conmigo y con mi equipo de Coent, agencia especializada en marcas del sector hostelero y gastronómico.
Aquí tienes un enlace para contactar conmigo directamente. O, si lo prefieres, únete a esta lista de espera para ser el primero en recibir GRATIS más recursos sobre branding, marketing y publicidad que ahora estamos preparando.