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Una marca es un sello personal, una especie de identificación simbólica de una compañía comercial, de un producto o de un servicio que se ofrezca. Pero el proceso de crear una nueva marca es algo en lo que hay que pensar y reflexionar. Hoy en día vivimos en un mundo lleno de marcas. Estamos totalmente rodeados y la exposición es inevitable, se quiera o no.
Una marca no es un logo, aunque debe poseer uno. El logo es una especie de identificador, pero solo un elemento más dentro de un conjunto, como el nombre, los eslóganes, la comunicación… Como puedes ya vislumbrar, crear una nueva marca implica un trabajo en distintos ámbitos, un control casi total de todos los aspectos de una compañía o producto.
Para crear una nueva marca se necesita…
En mi experiencia en este campo, son varios los puntos que se han de vigilar y trabajar. A continuación, te menciono los más relevantes.
Definición
En primer lugar, hay que definir qué será la marca. Todas ellas tienen una razón de ser, un objetivo, una meta que se persigue. Una vez que sepamos en qué consistirá, hemos de ser fieles a la promesa realizada y que el tono de la comunicación gire alrededor de él.
Piensa en tu marca como en una persona
La personalidad de un ser humano determina cómo actúa en distintos momentos de su vida. Una marca no ha de ser diferente en este aspecto. Es preciso dotarla de humanidad, escapar de lo impersonal. Este hecho puede ser un aspecto diferenciador con respecto a la competencia.
La elección de un buen nombre
En un post anterior ya os expliqué cómo hacer un buen naming. Se trata de un activo realmente importante y que ha de cumplir una función de efectividad. Hay que evitar errores comunes, como malas asociaciones o dificultad para ser pronunciado, evitar herir susceptibilidades o que los potenciales consumidores nos tomen en broma.
¿Qué pasa con el logotipo?
Ha de ser atractivo y preciso. Aportará mucho al crear una nueva marca, como el propio tono de la comunicación o el valor de la propia compañía.
Vigila el eslogan
Una frase de este tipo ha de ser pegadiza, contagiosa y fácil de recordar. ¡Qué sencillo! Lo cierto es que cumple con el objetivo de aportar identidad a una marca y que el público sea capaz de recordarla más fácilmente.
Trabaja la coherencia
A nadie le gusta la incoherencia. Todos los mensajes que se envíen han de seguir una línea comunicativa y que se encamine a que una empresa cumpla con sus propuestas. Solo así es posible promover la fidelidad.
Transmite valores
Si una marca es incapaz de promover valores acordes a las expectativas de su público no está cumpliendo con su objetivo.
Fomenta el largo plazo
Uno de los puntos más importantes al crear una nueva marca es ser fiel a ella misma para encontrar la confianza del consumidor y que las relaciones entre ambos se alarguen en el tiempo.
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