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Una de las partes más complicadas del branding es definir un estilo visual consistente además de único. Y es que dicho estilo diferencia entre una marca amateur y una marca profesional. Por ello, es importante crear un universo visual del proyecto en el que estés trabajando, la cual cosa se puede hacer mediante la técnica creativa llamada moodboard.
El moodboard es una técnica que se basa en la recopilación de diversos elementos y la construcción de un collage a través de ellos que te ayuda a visualizar el estilo propio. Así pues, dicha técnica puede contar con diferentes elementos como objetos, fotografías, frases, texturas, colores, patrones, etc., pues cualquier cosa es válida siempre y cuando esté alineada con los valores que tu marca quiera transmitir.
Ventajas del moodboard
A parte de ayudar a definir un estilo visual propio y crear marcas, los moodboards también se pueden usar para diseñar el estilo de un evento, el interiorismo de una tienda, el tono de una campaña publicitaria o la atmósfera de una sesión de fotos. Es decir, cualquier tipo de proyecto que requiera una representación visual se puede realizar a partir de un moodboard, pues ayuda a asentar las bases de la identidad visual antes de empezar el diseño.
Por otro lado, otras ventajas que puede presentar esta técnica son las siguientes:
- Ayuda a aclarar las ideas si no sabes por dónde tirar
- Permite visualizar el camino que se va a seguir
- Ayuda a obtener un estilo diferenciador gracias a la mezcla de materiales
- Ameniza el proceso de documentación e investigación del proyecto
- Facilita el trabajo en equipo porque posibilita que todos sigan una misma línea
Pasos previos al moodboard
Antes de iniciar la selección de elementos para el moodboard, has de tener una idea en tu mente del tipo de marca a la que aspiras, de tal modo que la elección de materiales será más sencilla y será también más adecuada. Por lo tanto, el moodboard no es el primer paso en el proceso de creación de tu marca sino que, de forma previa, tienes que definir tu misión, los valores que pretendes transmitir y el público objetivo al que te vas a dirigir.
Una vez definidos estos aspectos, ya se puede pasar a crear el moodboard, el cual tendrá como finalidad inspirarte. Se trata del paso previo al diseño de los diversos elementos de la marca como por ejemplo la tipografía, los iconos, la paleta de colores o el logotipo; pues marcará las pautas de su diseño posteriormente. Sin embargo, esto no quiere decir que todo lo que esté en el moodboard acabe usándose, aunque te ayudará a elegir más coherentemente y a decantarte por los aspectos que encajen mejor con la personalidad de tu marca.
Herramientas para crear un moodboard
Antes de la llegada de internet, los moodboards se hacían de forma física recortando diferentes materiales, revistas u otros elementos que se iban pegando a un panel. Aunque esta vía no sea una mala opción, los moodboards digitales no requieren buscar material físico o destrozar tus revistas, pues hay diversas plataformas de las cuales puedes coger todo tipo de elementos y también recopilarlos:
- Niice: plataforma diseñada para hacer exclusivamente moodboards, la cual pertime crear de forma gratuita hasta cinco tableros.
- Dropmark: alternativa a Niice para crear recopilaciones que también es gratis, no obstante, no tiene buscador.
- Pinterest: plataforma en la que se pueden crear tablones y pinear infinidad de cosas.
Pasos a seguir para hacer un moodboard
Análisis previo
Como ya hemos dicho, el moodboard se usará para concretar el estilo visual de la identidad corporativa de tu marca y también tu página web. Antes tienes que haber definido tu misión y haber observado las características de tu competencia, a partir de las cuales tienes que buscar una diferenciación.
Mediante el análisis previo de qué quieres y qué hacen tus competidores puedes sacar las palabras clave que vas a perseguir, unas palabras que llevarán a otras más evocadoras y que te señalizarán el camino a seguir. Por ejemplo: si tienes claro que buscas modernidad (palabra clave), tienes que apostar por un buen diseño y por el uso de iconos (palabras evocadoras) siempre sin olvidar el plus de diferenciación.
Selección de una plataforma
Entre las herramientas que hemos señalado anteriormente, tienes que optar por una en concreto y empezar a crear un tablero con el número de fuentes y estilo que desees.
Buscar inspiración
La búsqueda tiene que guiarse por el uso de las palabras clave que has concretado en el análisis previo, aunque también se pueden añadir palabras nuevas durante el proceso. Una forma de encontrar conceptos nuevos es optar por el uso de mapas mentales. Durante este proceso tienes que encontrar una buena paleta de colores en base a la psicología del color o una tipografía con su respectivo tamaño, entre otros aspectos.
Repasar y retocar
Una vez finalizado el moodboard, es probable que te des cuenta de que algunos de los elementos seleccionados no encajan con la idea que tienes en mente para tu marca. En ese caso, puedes eliminar las imágenes o materiales que te parezcan que desentonan, pues la elección es totalmente tuya y rectificar es un punto clave para conseguir un resultado positivo.
Resultado
Ya repasado y retocado, el moodboard debería contar con unas 15 o 20 imágenes que conformen un conjunto coherente y sólido.
Trucos para conseguir un buen moodboard
Para terminar de pulir tu moodboard, puedes seguir los siguientes consejos finales, los cuales te ayudarán a empezar con el diseño:
- Uso de elementos evocadores.
- No pasarse con la literalidad.
- Mezclar muchos elementos.
- Tener claro el hilo conductor.
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