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Para comercializar servicios y productos tienes que prestar atención a ciertos detalles para obtener una facturación buena a final de mes. Ser un buen vendedor es incluso más importante que ofrecer buenos productos, pues transmitir confianza y credibilidad es lo que realmente conquista a los clientes y hace que estos compren. A continuación te daré algunos consejos para persuadir a los consumidores.
Delimitar y estudiar el área de actuación
Como ya he comentado en otros artículos, elegir a qué nicho del mercado te vas a dirigir es clave para tener éxito ya que según el público que atiendas tu argumento y su complejidad variarán. Y es que cuanto más segmentes tu nicho, más acertadas serán tus estrategias de comunicación. Si bien es cierto que puedes dirigirte a más de un sector, si solo actúas en un área puedes especializarte en ella y conocer así las necesidades de las personas a las que quieres alcanzar profundamente. Por ello te recomiendo que estudies tu nicho y te actualices de forma constante de todas las novedades en el sector para mejorar tu rendimiento y destacar como vendedor. Es más, las áreas de actuación más segmentadas suponen una menor competencia por lo que es más sencillo diferenciarte del resto y atraer más clientes.
Conocer y creer en tu producto
Si no conoces tu producto, no podrás transmitir todas sus características a los clientes. Tal situación dará una mala impresión ya que no sabrás resolver todas las dudas de tu cliente sobre lo que ofreces. No obstante, antes de conocer por completo tu producto, es aconsejable que selecciones uno en el que creas de verdad. Ofrecer productos malos dificulta el papel de vendedor y aumenta las probabilidades de que el cliente no vuelva a consumir tu marca, pues este no habrá obtenido un valor añadido en su vida. De este modo, si vendes productos en los que confías te facilitará su promoción, transmitirás confianza y brindarás buenas experiencias a los públicos, los cuales reconocerán que tus productos solucionan sus necesidades y, además de volver a comprar tu marca, hablarán bien de ti.
Ser empático y honesto
Demostrar empatía es crucial para tener una buena relación con los clientes potenciales y convencerlos de que tu producto es lo que necesitan, pues la gente compra aquello que soluciona sus problemas. Si eres empático entenderás sus objeciones y dolores y podrás brindarles la mejor solución. También debes ser honesto y primar la oferta de algo de calidad y valor en lugar de forzar una venta a cualquier precio. Por ello demostrar confianza es otro aspecto fundamental, ya que al dar una garantía de seguridad al cliente, como plazos de reembolso o explicaciones detalladas, este está más seguro a la hora de comprar.
Estar presente en los sitios adecuados
Internet es uno de los mejores canales para llegar a los públicos y vender productos. Sin embargo, al tener claro cual es tu público objetivo, también debes saber en qué redes sociales están para saber dónde crear perfiles y qué tipo de contenidos debes publicar. La buena gestión de redes sociales es crucial para vender, no obstante, hay otros canales de comunicación efectivos en el mundo digital: los blogs, los cursos online, los canales de YouTube, etc. Si creas alguno de estos canales el nicho en el que actúes te verá como un experto en el tema que trates y le transmitirás credibilidad. Hacer un plan de redes sociales te facilitará en proceso:
Invertir en publicidad
La inversión en anuncios patrocinados suele conducir a una mayor visibilidad de tu producto. Puedes hacer publicidad en diversas plataformas para tener presencia en más canales y diversificar así el público. Sin embargo, cada formato presenta ventajas y desventajas, por lo que te aconsejo que investigues antes de invertir y que te decantes por las opciones más favorables para tu negocio en concreto. Si quieres descubrir qué red te da mejores resultados puedes hacer pruebas e ir siguiendo las métricas para comparar resultados.
Aprender a negociar pero también a parar
No puedes desistir de una venta ante la primera objeción de tu cliente, sino que debes intentar conquistarle y fidelizarlo. Para ello tienes que tratar de entender por qué no quiere hacer la compra, reforzar los pros de tu producto y demostrarle que lo que ofreces es la mejor opción para solucionar sus problemas. Así pues, ten en cuenta tanto tus objetivos como los del cliente para acordar las mejores condiciones posibles para ambos lados. No obstante, tampoco debes convertirte en un vendedor insistente, pues es importante ver si el cliente está preparado para la compra o tiene una falta de interés real en el producto. Saber en qué momento parar es también primordial porque va ligado al trato respetuoso que genera una buena impresión, la cual suele suponer ventajas a largo plazo.
Responder preguntas y tener en cuenta los comentarios
Los clientes tienen más confianza a la hora de comprar si tienen información suficiente sobre el producto, por lo que es importante que resuelvas todas sus dudas de forma educada. Y es que cuanto más simpático seas y más conocimiento demuestres en torno a tu producto, mayores serán las posibilidades de vender. Además de las dudas precompra, también surgen quejas postcompra, y saber manejar las críticas o sugerencias es crucial. Por el contrario, si no acoges los comentarios negativos, darás una mala imagen; así que trata de verlos de forma positiva, aprender de tus errores y usarlos para mejorar el producto. Ofrecer una buena experiencia al cliente, sea el momento que sea, es fundamental para obtener ventas. Puedes encontrar más información sobre este tema pinchando aquí:
Apostar por la postventa
El usuario que te haya hecho alguna compra, presenta más probabilidades de volverlo a hacer porque conoce tus servicios y productos. De tal forma que, si inviertes en la postventa despertando en el comprador un interés en adquirir un nuevo producto, enriquecerá su experiencia con tu marca. No obstante, esta estrategia requiere la oferta de una segunda opción que sea relevante y que, además, se relacione con el producto que el consumidor ya ha comprado. La técnica de despertar una necesidad en tus compradores que todavía no habían notado suele conducir a la venta de ese producto que les estás sugiriendo y, por consiguiente, a la fidelización.
Medir los resultados
La monitorización de los efectos que han causado tus acciones es clave para distinguir qué está funcionando y qué tiene que cambiar. Para mirar los resultados, antes debes definir tus metas y pensar qué estrategias vas a usar para llegar a las audiencias. Después tienes que hacer pruebas para ver qué es eficiente y qué se puede mejorar. A continuación te dejo algunos enlaces que hablan de herramientas para medir los resultados:
- Software CRM: qué es y cómo saber si necesitas uno
- CSAT: qué es, cuándo se usa y cómo
- CES: qué es y cuándo se usa
Conclusión
En resumen, un buen vendedor ha de saber comunicarse correctamente y contar historias. Si no vas más allá de una simple oferta no hechizarás al cliente. Y recuerda que no debes desanimarte frente a la primera dificultad, sino que tienes que ser perseverante a la vez que paciente. Por otro lado, la organización y el optimismo te facilitarán el camino, pues los buenos resultados no aparecen enseguida. Contar conocimientos de estrategias de marketing y con productos de calidad acelerará el proceso.
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