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Ya te he contado qué es la arquitectura de marca y cuáles son los tres modelos que las empresas adoptan con más frecuencia para organizar sus productos y servicios en el mercado. Pero, ¿qué ocurriría si un negocio no tiene esa arquitectura bien pensada y definida? Pues que, como dice el dicho arquitectónico por excelencia, sería como empezar la casa por el tejado. Porque todo negocio no puede crecer sin cimientos, sin estructura, sin jerarquías y sin una estrategia que deje claras cuáles son las relaciones y los roles de sus diferentes componentes.
Y como este es una parte crucial dentro del branding estratégico, hoy me gustaría insistir en este aspecto y contarte por qué es tan importante que toda marca tenga una arquitectura perfectamente definida. A continuación te cuento algunos de esos motivos principales.
¿Recuerdas qué es la arquitectura de marca?
Ya sabes que me gusta contextualizar mis posts para que mis lectores puedan entender bien el contenido. Y para ello, hoy toca recordar brevemente de qué es la arquitectura de marca ya que solo así podrás entender su importancia.
Pues bien, la arquitectura de marca hace referencia al conjunto de estrategias y directrices que toma una empresa para organizar su portfolio de marcas, productos o servicios.
Su cometido es sentar las bases de la estructura que va a tener el negocio definiendo las jerarquías y los roles que se establecen entre sus diferentes productos, servicios, submarcas, divisiones… Para ello es fundamental contar con un sistema integrado de símbolos que plasmen esa jerarquía y, sobre todo que, a nivel comunicativo, permita tener muy claro quién es quién y qué papel juega dentro del negocio global.
¿Por qué necesitas una arquitectura de marca bien definida?
1.- Para poder crear una estrategia de marketing:
De la definición de arquitectura de marca se deduce que, si una empresa no tiene clara su estructura interna, difícilmente podrá realizar acciones estratégicas que ayuden a la comercialización en el mercado de sus productos y servicios. Es decir, la estructura interna de un negocio y la jerarquía que se establezca entre sus marcas, productos y servicios es la base para elaborar una estrategia de marketing orientada a objetivos.
2.- Para poder posicionar cada marca de manera concreta:
Sin una arquitectura de marca definida, lo más probable es que se confundan los posicionamientos de cada una de las marcas, productos o servicios que puede comercializar una compañía. De ahí que para centrar las líneas comunicativas que ayuden a posicionar cada una de ellas en la mente de los consumidores sea fundamental tener muy clara esa estructura interna de productos y servicios, con las peculiaridades de cada uno.
3.- Para descubrir nuevos nichos de mercado interesantes:
Cuando una compañía tiene una arquitectura de marca bien establecida es más fácil que detecte tanto el solapamiento de productos o servicios (ya sea por target o por funcionalidad) como las nuevas oportunidades de negocio, especialmente en forma de nuevos nichos de mercados que se pueden explotar.
4.- Para facilitar las sinergias o las ventas cruzadas de productos y/o servicios:
La arquitectura de marca estratégica facilita la gestión de productos y servicios, reduciendo muchos costes, sobre todo en el ámbito de la comercialización. Y también contribuye en muchos casos a que nuevos productos/servicios tengan una mejor acogida si nacen bajo el paraguas de productos o servicios ya existentes.
5.- Para crecer con coherencia y sensatez:
Como decíamos al comienzo de este post, un negocio no puede crecer sin orden ya que estaría condenado al fracaso. Por eso, ante la posibilidad de lanzar nuevos productos/servicios o de diversificar la oferta de un negocio, tener claro cómo se van a relacionar con los ya existentes es crucial.
Como ves, sobran los motivos que hacen tan necesario definir y establecer la arquitectura de marca de todo negocio y gracias a mi experiencia como consultor de branding, yo puedo ayudarte. Reserva una cita conmigo y analizaremos la estructura de tu negocio para ver si es necesario redefinir sus cimientos para hacerla más sólida y resistente.