Siempre hay un momento en nuestras vidas que tenemos que poner nombre a algo, es decir, que tenemos que llevar a cabo el proceso de creación de un nombre. Ya sea para nuestros perfiles de redes sociales, para un proyecto artístico o, por supuesto, para todo lo que tenga que ver con poner nombre a nuestra empresa, todos podemos ser namers o nombradores por un día. Pero hay profesionales que, como yo, nos dedicamos asiduamente a la creación de nombres de marcas.
Definición de namer
Puede que te hagas la pregunta de ¿qué es un namer? Como te comentaba arriba, los namers somos profesionales del naming, y nuestro trabajo consiste en buscar y crear el nombre perfecto para marcas, proyectos o productos, que encajen con el público objetivo y que sean únicos, memorables y sin connotaciones negativas.
Aunque pueda parecer sencillo, no lo es. Ya os he hablado en otras ocasiones de algunos trucos para escoger el nombre de tu marca y que funcione, y también he mencionado en mi blog algunos de los errores que cometemos a la hora de poner nombre a nuestro negocio. Hago hincapié porque el nombre es algo que te acompañará durante la vida de tu marca. Es un proceso importante, ya que lo ideal es encontrar un término que encaje con el negocio, proyecto o producto aunque éste evolucione, por eso es recomendable escoger a un buen profesional que cree para ti el nombre ideal.
Características que definen a los buenos namers:
- Productividad. Los buenos namers debemos ser capaces de ser productivos y generar una gran cantidad de nombres en poco tiempo, ya que de la cantidad suele surgir la calidad.
- Exploración. Tenemos que ser capaces de explorar diferentes caminos y conceptos simultáneamente y saber cómo combinarlos para sacar el nombre que identifica a cada marca.
- Dominar y amar el lenguaje. Los namers tenemos que dominar recursos del lenguaje como la adición, repetición, o sustitución de segmentos lingüísticos, y combinarlos de manera creativa para llegar al nombre perfecto. Además, para ser un buen namer es imprescindible que te guste jugar con el lenguaje, ver las posibilidades de cada palabra y exprimir la lengua.
- Pensamiento lateral. Otra de las características que tenemos en común los namers es que llevamos a cabo técnicas de pensamiento lateral y producimos ideas que estén fuera del patrón de pensamiento habitual. Durante el proceso se generan conexiones inesperadas y atajos creativos que suelen llevar a un resultado original.
- No tener limitaciones idiomáticas: los namers somos capaces de trabajar con diferentes idiomas teniendo en cuenta los mercados y la sonoridad, y solemos ser hábiles combinando palabras de diferentes lenguas.
- Ser todoterreno: Aunque tengamos preferencias por un sector concreto, tenemos que ser capaces de crear los nombres perfectos para productos o marcas de ámbitos muy diferentes. Debemos ser polivalentes y flexibles, y tener un resultado correcto en todos los estilos, ya que no es lo mismo nombrar un producto infantil que una marca de asesoramiento para empresarios, por ejemplo.
- Ayudarse de recursos. No tenemos miedo de ayudarnos de recursos como diccionarios o generadores de palabras, y investigamos sobre estrategias para inspirarnos.
- Ajustarse al briefing. Los buenos namers también sabemos escuchar a las empresas, y ajustamos nuestra creatividad y conocimientos al briefing creativo y a la estrategia o a los intereses de la marca.
- Tolerar bien la frustración. Como namer, tengo en cuenta que los nombres más acertados pueden ser rechazados por el cliente por un criterio de gusto personal, y no me frustra por ello, ya que lo entiendo como parte del proceso.
- Estar al día. Los namers solemos estar conectados con la realidad y al tanto de las últimas tendencias. Además, poseemos una cultura general que utilizamos como referencia para sus creaciones.
Cómo ves, ser namer es una profesión complicada. Tenemos que dominar el lenguaje, estar al día de las últimas tendencias y formarnos para aumentar tus recursos creativos. Por eso, te recomiendo que confíes en un profesional para una de las decisiones empresariales más importantes: la creación del nombre de tu marca.