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Carl Gustav Jung y sus arquetipos
Según Jung, las personas se comportan en base a los arquetipos, es decir, unos patrones definidos que nos hacen procesar las emociones y la relación con los demás de determinada forma. Cada sujeto, pues, sigue uno de los 12 modelos de comportamiento que se reflejan muy bien en libros, series o películas. De esta forma, cada personaje cumple sigue un patrón de personalidad y se guía por ciertas reglas. Es más, los espectadores reconocen dichos personajes y se identifican con ellos, ya que los diferentes tipos de comportamiento los humaniza.
De tal modo que los arquetipos de personalidad planteados por Jung están en el inconsciente colectivo de la sociedad porque se ha ido heredando de los antepasados. Estos patrones son útiles también a la hora de crear una marca, pues ya hace bastante tiempo que esta metodología es usada en el mundo del marketing.
Tipología de arquetipos para la personalidad tu marca
Los 12 arquetipos del psiquiatra Carl Gustav Jung son los siguientes:
1.- El inocente
Personaje sincero, optimista y soñador que evita las complicaciones, pues solo busca la felicidad.
En este caso, la marca pretende vender buen rollo y simplicidad a través de mensajes sencillos y directos.
2.- El héroe
Personaje que confía en sí mismo, por lo que es valiente y quiere mostrar sus capacidades al resto.
Este tipo de marcas suelen resaltar cualidades únicas con la finalidad de mostrar su superioridad.
3.- El tipo normal
Personaje en el que todos confían porque es modesto además de realista.
Se trata de marcas orgullosas de su filosofía propia. Son sencillas, sinceras y buscan formar parte del día a día del cliente.
4.- El protector
Personaje que necesita proteger al resto por su generosidad.
Estas marcas quieren cuidar tanto del público objetivo como de sus seres queridos por lo que operan como escudo protector ante los peligros de la cotidianidad.
5.- El creador
Personaje que busca destacar mediante su imaginación y sus experimentos.
Este tipo de marcas pretenden ser una herramienta para que sus audiencias puedan expresar su creatividad.
6.- El explorador
Personaje que descubre el mundo porque no puede estar encerrado, pues necesita libertad.
En este caso, la marca tiene como finalidad hacer vivir experiencias novedosas y apasionantes a los clientes.
7.- El rebelde
Personaje que no necesita ayuda de nadie y sigue sus propias normas, por lo que es más radical e independiente.
Se presentan como marcas alternativas al resto.
8.- El amante
Personaje apasionado que busca principalmente el placer y por ello atrae a la gente.
Estas marcas se centran sobre todo en la estética, tanto de sus servicios como de sus productos, pues buscan ser un objeto de deseo para la audiencia.
9.- El mago
Personaje visionario que hace que ocurran cosas porque pretende crear algo nuevo y especial.
Se trata de marcas transformadoras, con carisma, que se presentan como inspiradoras de un cambio.
10.- El líder
Personaje que quiere tener el control, no se rige por sentimientos, no soporta el caos y dicta las normas.
Son marcas que emiten una sensación de poder y fomentan el orden.
11.- El bufón
Personaje vividor y travieso que busca divertirse sin reflexionar en las posibles repercusiones de sus acciones.
Estas marcas optan por el entretenimiento y recurren a la espontaneidad y al humor.
12.- El sabio
Personaje que transmite sabiduría al resto y que posiciona la verdad por encima de cualquier cosa.
Se presentan como marcas intelectuales que son creíbles, que cuentan con información verídica y que aportan conocimientos y/o aprendizaje continuamente.
Cómo definir tu marca con uno de estos arquetipos.
La elección de una marca determinada dentro de una categoría de productos dice mucho de la persona que la compra. Más allá de cuestiones objetivas relacionadas con las necesidades que satisface o los problemas que resuelve, el consumidor busca que esa marca le ayude a proyectar una imagen muy concreta de sí mismo que quiere transmitir.
Si tenemos esto en cuenta, que la creación de una marca se base en la teoría de los doce arquetipos tiene todo el sentido del mundo, ya que ayudará a que el consumidor se vea reflejado de manera más directa y encuentre esa marca que proyecta la imagen deseada. En definitiva, es una forma de encontrar una manera de posicionarse en el mercado, de mostrarse y de tener claro cómo quieres que te reconozcan los que buscan reflejarse en ti.
Pero también es posible que sientas que tu marca no encaja plenamente con ninguno de estos arquetipos al tener características de más de uno. Obviamente, decantarte por un arquetipo y usarlo como referencia para crear tu marca no es algo ni obligatorio ni infalible, aunque resulte útil. Aunque también puede ocurrir que no hayas hecho una buena lectura a la hora de analizar si tu marca encaja en alguno de ellos. Aquí te dejo unos consejos que pueden ayudarte a saber con qué arquetipo (o arquetipos) se identifica tu marca.
1. Haz una lista de tus virtudes y temores.
Cada arquetipo responde a unas características y a unos temores, por lo que lo más práctico para saber con qué arquetipo encaja tu marca es hacer una lista de aquellos por los que se distingue tu marca.
Una táctica que puedes aplicar para que esta labor no te resulte compleja es pensar en tu marca como si fuera una persona. Piensa qué nombre le pega, cómo se vestiría, qué tipo de coche utilizaría, si tiene familia o no… Seguro que así te vendrán a la cabeza más características y temores que después puedes comparar con los de cada arquetipo para ver con cuál o cuáles se corresponde.
2. No optes siempre por el arquetipo obvio.
Tu marca no debe representarse con el arquetipo más obvio si no lo sientes así. Por ejemplo, cuando se aborda este tema se suele poner a Harley Davidson como marca ejemplo por excelencia del arquetipo rebelde, pero podría tener otras características que la hagan encajar en otros arquetipos.
Dicho de otra forma, por muy obvias que sean algunas características de tu marca, no tiene porqué identificarse con el arquetipo que parece más lógico sino que muchas veces podrá identificarse con otro con el que encaje más en sus aspectos diferenciadores.
3. Considera el híbrido de arquetipos.
Siguiendo con la idea anterior, no siempre debes hacer un autoanálisis de tu marca tan exhaustivo que la lleve a definirse exclusivamente a través de un arquetipo, sino que puede ser un híbrido entre varios que la definan. Eso sí, debe ser un híbrido coherente. Y con esto nos referimos a que tal vez no sea muy coherente ser la marca sabia y bufón al mismo tiempo. Esto solo confundiría a la audiencia que no terminaría de identificarse con ella.
Un consejo cuando te plantees buscar una mezcla de arquetipos es determinar en primer lugar cuál será el arquetipo principal. Este puede representar el 70 % de la personalidad de tu marca. El 30 % restante tan solo será un complemento de tu identidad, el cual solo debes usar cuando quieras ser innovador en tu comunicación.
Conclusión sobre los arquetipos
En resumen, para desarrollar la personalidad, así como también el posicionamiento de la marca, te puedes inspirar en uno de estos 12 arquetipos propuestos por Jung. Pero no olvides que no es obligatorio identificarse estrictamente con uno de los arquetipos, también se puede hacer un híbrido mezclando varios de ellos. A la hora de decantarse por un arquetipo, no olvides plantearte las siguientes cuestiones:
- ¿Cuál se ajusta más a las sensaciones que se pretenden transmitir?
- ¿Cuál refleja más la manera de sentir de mis buyer personas?
- ¿Cuál conectará más con los potenciales clientes?
- ¿Con cuáles se identifican los competidores?
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