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La palabra CEO son las siglas del término inglés Chief Executive Officer, el cual traducido significa director o jefe ejecutivo. Con la popularización de las empresas emergentes o startups esta profesión, nacida en Estados Unidos, empezó a extenderse a otros países. Esta nueva figura, que supone ser el principal cargo ejecutivo de una empresa, requiere simpatía y resolución porque implica ser la cara del negocio dentro del mercado en el que se mueva.
Qué es un CEO
Ser el director o jefe ejecutivo supone ostentar el cargo más alto de una empresa, pues es el responsable de las estrategias de mercado, de la gestión general del negocio y de la toma de decisiones corporativas. Es más, el CEO también se dedica a atender o mantener las relaciones externas y es el portavoz de la organización en los medios de comunicación, por lo que debe ser carismático. Cabe decir que, aunque el CEO suela ser el fundador del negocio, no es obligatorio si este no presenta las características necesarias para poder llevar a cabo sus funciones.
Qué funciones tiene un CEO
Como vengo diciendo, el CEO es el cargo principal de una organización y, por consiguiente, la persona que lo ocupe cuenta con una gran responsabilidad e impacto sobre la empresa. El CEO, al ser quien toma las decisiones importantes, tiene que estar al día de lo que se hace en el mercado y buscar formas de hacer que el negocio crezca. A su vez, el director ejecutivo ha de contribuir en las estrategias internas y trabajar con el resto de sectores.
Asimismo, el papel del CEO puede variar según el tamaño del negocio. Por un lado, si la empresa es pequeña, puede ayudar en las operaciones de negocio. Por otro lado, si contrariamente es grande, es estratégico y popular por sus apariciones en medios. De todos modos, el jefe ejecutivo nunca hace lo que le parece sin consultarlo a nadie antes, sino que suele tener la obligación de responder a la dirección e incluso a los inversores.
Características principales de un CEO
La persona que ocupa el cargo de CEO tiene que saber lidiar con la visibilidad pública y con la responsabilidad empresarial y, por lo tanto, no es una profesión que pueda tener cualquiera. A continuación te apunto las características principales que debe presentar un CEO:
1.- Ser resiliente
El CEO tiene que saber adaptarse a los cambios y superar cualquier adversidad ya que, además de la presión que supone el cargo, suele afrontar muchos otros problemas. La capacidad de resistir y reinventarse en cada momento es clave. Un CEO que no sea resiliente no podrá enfrentar y superar los desafíos inevitables del negocio, manteniendo la estabilidad y motivación del equipo en los momentos más complicados.
2.- Saber decidir
El CEO debe estar preparado para decidir sabiamente, evaluando cada uno de los factores y buscando lo mejor tanto para la empresa como para los interesados. La determinación de un CEO asegura que las decisiones críticas se tomen con confianza y rapidez, permitiendo a la empresa avanzar con claridad hacia sus objetivos, aunque como decíamos, para ello, tener un conocimiento profundo de la actividad y el sector y una gran experiencia es clave.
3.- Tener una mente abierta
El CEO tiene que estar dispuesto a probar cosas nuevas, a aceptar diferentes soluciones para un problema y a arriesgarse si es necesario. Tener una mente abierta permite a un CEO adaptarse a nuevas ideas, innovaciones y enfoques, lo cual es crucial para mantenerse competitivo y fomentar una cultura de crecimiento y aprendizaje continuo
4.- Comunicar bien
Ser CEO implica relacionarse con públicos diferentes. También es la cara de la empresa y, por ello, es el encargado de representarla en eventos, conferencias, congresos, negociaciones… así que tiene que ser un buen orador. El CEO siempre debe ser un buen comunicador para articular la visión de la empresa, inspirar a los empleados y asegurar que todos los niveles de la organización estén alineados y comprometidos
5.- Tener visión estratégica
Un CEO debe tener una visión clara sobre el futuro de su empresa. Debe saber hacia dónde va y a dónde le gustaría llegar. Marcar objetivos tanto a corto como a medio y largo plazo.
Y aunque se trata de una cualidad que debe tener todo buen CEO, mucho más especialmente si dirige una empresa que pertenece a sectores profesionales que están en constante evolución. En estos casos, debe saber anticiparse a los cambios, prever las tendencias emergentes e intuir el comportamiento de sus buyer personas. Esta capacidad de ver más allá es lo que permitirá a un CEO adelantarse para que su negocio no se quede atrás y siempre sea un ejemplo de crecimiento, innovación y adaptación constante.
6.- Aportar soluciones creativas
Se tiende a asociar la creatividad con el ámbito del arte, de la publicidad, del diseño o de disciplinas similares. Sin embargo, la creatividad también está en la filosofía empresarial y en las soluciones que se toman en cada momento cuando se dirige un negocio.
La originalidad y la capacidad para ofrecer soluciones únicas es algo que hará destacar a cualquier compañía. Y por eso, la creatividad es otra de las características de un CEO que más se valoran. Además, su figura debe inspirar al resto del equipo e instaurar una política empresarial en el que se anime a pensar fuera de lo convencional y desarrollar estrategias rompedoras.
7.- Tener capacidad de liderazgo
Un CEO efectivo debe ser un líder con carisma y con capacidad para motivar a su equipo. Esto implica ser capaz de comunicar la visión de la empresa de manera convincente, inspirar a los empleados y gestionar el talento de manera efectiva.
En sectores tan dinámicos como, por ejemplo, el de las empresas tecnológicas, un CEO también es el responsable de mantener al equipo alineado y comprometido con los objetivos que se haya fijado la empresa y que pueden evolucionar.
8.- Y un conocimiento profundo de su sector
Obviamente, en la propia definición de qué es un CEO viene implícito este aspecto. Pero no está de más recordar que una empresa estará mejor dirigida si lo hace una persona que no solo sea un buen gestor, sino también un experto. Debe conocer en profundidad la actividad económica de la empresa y el mercado en el que opera. Sin un conocimiento profundo del negocio es difícil que un CEO pueda tomar decisiones acertadas o aprovechar las ventajas competitivas.
Conclusión
En definitiva, el CEO debe ser un líder resolutivo y responsable a la vez que simpático y carismático. Si funciona bien con las aportaciones y las decisiones empresariales pero no funciona como cara del negocio en apariciones o negociaciones, no es la persona adecuada para ostentar el cargo. Y lo mismo ocurre a la inversa, pues estas dos vertientes son cruciales en esta profesión.
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